A veces se pierde la razón…

No voy a dudar ni por un momento que las reivindicaciones que se hagan como consecuencia de la tremenda subida del precio de los carburantes, son más que razonables y están más que justificadas. Pero lo que si voy a criticar es el hecho de que se aprovechen estas justas peticiones al gobierno para, aprovechando que el Pisuerga pasa por…., meter otra bateria de medidas al estilo de carta a los reyes magos. 

Y lo critico porque con esa actitud se demuestra que el precio del gasoil, más que un problema, que lo es, se utiliza como pretexto, al menos en el caso de los transportistas, o de algunos de ellos. Lo que no se puede pretender es que el Estado blinde las actividades económicas que cada persona «líbremente» escoge y ejerce. Pues quién se mete en un negocio es consciente de los riesgos que ello conlleva. De la misma manera que el trabajador que presta sus servicios por cuenta ajena sabe que está a merced del empresario o del mercado y que en cualquier momento puede perder su puesto de trabajo. Por tanto cada persona elige  trabajar o por su cuenta (autónomo) o por cuenta ajena y todos «sin excepción» somos conscientes de los riesgos que adquirimos con una u otra opción. 

Porque, por ejemplo,  la subida de los precios del petróleo está provocando un descenso de las ventas de coches, que unido a la falta de suministro «por la huelga» de los transportistas, están provocando expedientes de regulación de empleo en empresas fabricantes de coches, que van a dar lugar a que muchos trabajadores pierdan defintivamente sus puestos de trabajo. Por tanto, como consecuencia del petróleo, ¿estas personas que pierden su empleo también debieran ponerse en huelga, cortar carreteras y demás actuaciones…. para exigirle al gobierno otro puesto de trabajo?.

Siempre he dicho que las reivindicaciones han de ser justas, equilibradas y justificadas, porque cuando son desproporcionadas, además de injustas se convierten en insolidarias y entonces… inevitablemente se pierde la razón.

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